Uhh semana de fiestas en el pais.
Tequila, sombreros y cornetas adornan las calles y la gene anda loca organizando fiestas y comprando tortillas, frijoles y chiles para sentirse mexicano, mientras que el dia anterior comieron comodamente en un McDonald's. No soy nacionalista, simplemente no me gusta la hipocresia.
Por ese motivo, me encerre estos dias de descanzo escolar (salvo el dia que pase todo el dia en casa de mi abuela) con el unico motivo de descubir y redescubrir musica. Y me tope con los muchachos de Pixies, que ya los conocia de hace tiempo, pero creo que es ocasion de rendirles un mini homenaje aqui en este espacio.
Estos duendecillos o elfos traviesos (como queiras llamarles, da igual) emprendieron su trayectoria musical en su natal Boston, haciendo conciertillos flojos en los que sonaban esbozos de sus primeros temas, alla por 1984.
En 1989, despues de haber debutado con su Come On Pilgrim, se lanzan al estrellato under con Doolittle, album que contiene garn parte de los exitos que ahora suenan en todos lados, desde el indie en pro que apenas esta iniciando, hasta en el ipod del mas desadaptado treintañero que los escucha con nostalgia.
Canciones llenas de energia que a primera impresion no sabemos identificar. Letras desconcertantes acerca del sufrimiento y la playa, todo esto acompañado con los desencueltos gritos de desesperacion de Black Francis, su vocalista y lider.
En Debaser, Wave of Mutilation, LaLaLa Love You y I bleed podran encontrar esto de lo que les platico.
Considerados los padres del boom under de los noventa, no reconocidos en los Estates y amados en londres, The Pixies es una banda extraña y un poco complicada, pero que deja una gran semilla dentor de nosotros que germina lentamente.
Recomendado para la introspeccion, para caminar en la playa o para cortarse las uñas de los pies.
Tequila, sombreros y cornetas adornan las calles y la gene anda loca organizando fiestas y comprando tortillas, frijoles y chiles para sentirse mexicano, mientras que el dia anterior comieron comodamente en un McDonald's. No soy nacionalista, simplemente no me gusta la hipocresia.
Por ese motivo, me encerre estos dias de descanzo escolar (salvo el dia que pase todo el dia en casa de mi abuela) con el unico motivo de descubir y redescubrir musica. Y me tope con los muchachos de Pixies, que ya los conocia de hace tiempo, pero creo que es ocasion de rendirles un mini homenaje aqui en este espacio.
Estos duendecillos o elfos traviesos (como queiras llamarles, da igual) emprendieron su trayectoria musical en su natal Boston, haciendo conciertillos flojos en los que sonaban esbozos de sus primeros temas, alla por 1984.
En 1989, despues de haber debutado con su Come On Pilgrim, se lanzan al estrellato under con Doolittle, album que contiene garn parte de los exitos que ahora suenan en todos lados, desde el indie en pro que apenas esta iniciando, hasta en el ipod del mas desadaptado treintañero que los escucha con nostalgia.
Canciones llenas de energia que a primera impresion no sabemos identificar. Letras desconcertantes acerca del sufrimiento y la playa, todo esto acompañado con los desencueltos gritos de desesperacion de Black Francis, su vocalista y lider.
En Debaser, Wave of Mutilation, LaLaLa Love You y I bleed podran encontrar esto de lo que les platico.
Considerados los padres del boom under de los noventa, no reconocidos en los Estates y amados en londres, The Pixies es una banda extraña y un poco complicada, pero que deja una gran semilla dentor de nosotros que germina lentamente.
Recomendado para la introspeccion, para caminar en la playa o para cortarse las uñas de los pies.
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